Dicen en la región del Amazonas, en las zonas selváticas de la triple frontera: Colombia, Perú y Brasil, que la Kurupira o el Kurupira es un ser protector de la selva perteneciente al mundo espiritual, capaz de encarnar cualquier otro ser viviente, pero con una figura aparente preferida, la cual describen los lugareños como un hombrecillo con figura de niño, descalzo y con ropas harapientas, que alegremente deambula por los bosques tomando control y cuidado de lo que le compete. Su casa aunque es el mundo representado en la selva la simbolizan las raíces tabloides de las gigantes ceibas y los entramados cuerpos de los renacos, ambos imponentes, majestuosos y legendarios ejemplares arbóreos de las selvas de tierra firme e inundables que conforman los bosques de la gran Amazonia suramericana.

La Casa del Kurupira en Leticia es la puerta de entrada al mundo espiritual que caracteriza la perpetuidad de la selva, de la cultura ancestral, del chamanismo y de todos los seres. No llegas aquí por simple casualidad; una vez adentro la magia del Kurupira se hace sentir inspirando y encausando los motivos de tu paso por el Amazonas, fortaleciendo tu cuerpo y proporcionando sabiduría para los retos venideros.    

La Casa del Kurupira, sus habitantes y allegados en cada momento, acogen a viajeros de todas partes del mundo, novatos o experimentados, místicos y enigmáticos, o también extrovertidos, unos más aventurados que otros, todos maravillosos guerreros de la vida y del bien. 

En la misma Casa del Kurupira o a partir de esta, la selva se presenta a los viajeros como una experiencia de vida reveladora y transformadora a manera de reto y oportunidad a la vez, que en lapsos de horas días o meses y aun en tiempos paralelos, enriquece sus vidas con fantásticas vivencias e insospechadas lecciones. No vengas a la Casa del Kurupira con prevenciones ni malas intenciones. Se dice que en la selva el Kurupira se encarga de aleccionar a la medida de las intenciones de cada quien, conduciendo a los más necios y rebeldes hasta la locura y la desesperación a través de terribles jornadas.     

Museo - Hostal temático cultural. Intencionalmente, las habitaciones de la casa del Kurupira, privadas o compartidas a manera de dormitorios, llevan el nombre de las etnias ancestrales de mayor renombre en la región, en señal de gratitud, respeto y valoración por su sabiduría y significado para la vida y la humanidad, lo cual queremos que perdure y no pierda vigencia. Así, en medio de un confort básico suficiente y distante de los lujos, nuestros huéspedes podrán embeberse en los valores culturales más significativos de dichas etnias, expuestos en las respectivas habitaciones a través de escritos, máscaras, trajes típicos, pinturas o fotografías y utensilios característicos de cada una de ellas.

Los elementos tradicionales recogidos y las expresiones culturales manifiestas en cada habitación son producto de la convivencia cotidiana y amable que durante años nos han brindado los nativos vivientes o abuelos que ahora nos acompañan y aconsejan desde el mas allá.  … todos los protagonistas de aquella historia que condujo a la feliz existencia del Hostal Casa del Kurupira en Leticia. Infinito agradecimiento y los mejores deseos para cada uno de ellos.  

Luis Felipe Ulloa